Los últimos rayos de sol se borran al acariciar el Oeste, es hora de rendir cuentas y de cobrar consciencia en cómo hemos gastado hoy nuestra energía. Sentiremos una leve brisa de tristeza que nos envolverá nuestra alma entonces será hora de acostarse y en un profundo sueño reparador nos adentraremos. Frescos y radiantes despertaremos para el nuevo día.