5/6/07

Mantra OM

Las escrituras antiguas hablan de que el origen del universo es el sonido. Al principio era el sonido que reverberaba como OM y de ése sonido todo vino a existir, dicen los Upanishads, las ancianas enseñanzas de los sabios de La India.

Por esto en el hinduismo recitar el OM es una de las prácticas esenciales. Se dice que tiene muchísimos efectos positivos en la psique, además de purificar y limpiar el cuerpo a todos los niveles, burdos y sutiles. Muchas de las prácticas hinduistas comienzan con la recitación lenta y pausada del OM. Con ello, la mente se calma y el cuerpo se relaja. Así uno puede dejar de lado las distracciones del día y enfocarse en la meditación.
Una forma de recitar OM

Lo ideal es sentarse en la postura del loto. También se puede usar el medio loto con el pie sobre la pantorrilla pues se dice que la presión sobre ella ayuda a despertar la kundalini. Conviene alternar la postura de las piernas, es decir, a veces poner el pie derecho sobre la pantorrilla izquierda y a veces al contrario.
Otra postura también aconsejada es sentarse de rodillas sobre los tobillos, poniendo tal vez un cojín entre las piernas. No obstante, si esta postura no es posible, siempre se dice que lo más importante es tener la espalda derecha.
Hallada la postura más confortable, se inspira profundamente y se espira recitando el OM. La sílaba OM está compuesta de tres sonidos, AH, UH y M, así pues dividiendo el tiempo cada espiración en tres partes, en cada una se recita uno de los sonidos del OM. La recitación sería un largo y lento Aaauuummm.
La práctica ideal es hacer una doscientas recitaciones en una misma sesión.
Aunque esta recitación no tiene un fin terapeútico concreto es de gran utilidad para la limpieza psíquica, el equilibrio y la paz interna. Lo interesante es que los efectos se pueden sentir inmediatamente.

1 comentario:

Ásthar Xavier Gómez Frigola dijo...

y yo que creía que AUM y OM eran dos sílabas distintas... Me lo tendré que mirar bien no sea que tenga que cambiar cosas del manual de Reiki II